Ahora vuelvo - Laura Mir




—Si todo el mundo, incluso mi madre, dice que estoy loca, tengo que rendirme a la evidencia de haber perdido el tornillo, la tuerca y la arandela, con la que se sujetaba la poca cordura que podía poseer. 

¿Qué cuándo empezó todo? Mire usted, la verdad es que no lo sé. Posiblemente fuese en el instante que empecé a sospechar que me engañaba o fuera en aquella primera siesta en la que sin saber cómo, lo encontré a mi lado y me zarandeaba con violencia porque yo estaba fregando los platos y él, con el tintineo de la porcelana de dos comensales, no podía conciliar el sueño, eso entendí entre su vocerío. 

Desde aquel día, velaba mientras dormía, sin osarme ni siquiera a respirar. Los recuerdos vienen y van, ya sabe cómo va eso, como a borbotones y me da en la nariz, que muchos de ellos no los he vivido, porque de otro modo no sabría decirle porqué aguanté tanto. Es como cuando recuesto la cabeza en el apoyabrazos del sofá para poder oír a los vecinos, sus idas y venidas, sus abrazos y discusiones. No quiero darme oídos. ¿Se dice así?

Aquel día, me sorprendí diciéndole, casi en la puerta:   Estoy cansada de vivir. Girando la llave para abrir, me miró y dijo: Ahora vuelvo. Y pasaron tres décadas, y no volvió. Allí me dejó, en mitad de la cocina, con el delantal rojo puesto y rodeada de silencio. Porque aquel día, hasta el grifo que siempre perdía, contuvo el resuello, ni goteó… Imposible de precisar cuánto tiempo estuve allí parada pensando en su vuelta y mi suicidio. 

Valorando las posibilidades de sobrevivir si me tiraba desde la terraza del octavo piso. Qué dejaba atrás, me giré mecánicamente y sólo pude vislumbrar momentos. Momentos y más momentos, profusos y aglutinados, muchos malos y alguno bueno que escasamente sobresalía de aquel tropel que comprendían el balance de casi una vida entera. 

Sonó el teléfono pero no lo cogí, era su madre. Al rato volvió a insistir. Suspiré y salí de mi ensimismamiento, decidida a morir. Al cruzar por el comedor hacia la azotea, me di cuenta de que no había recogido su plato, ni el vaso, ni el tenedor, ni el cuchillo, ni la botella de vino…  Me dio mucha rabia y decidí esperarlo. 

Esto y no otra cosa, fue lo que salvó mi vida. Como curiosidad, por si quiere anotarla en el historial, ya que veo por la cantidad que escribe que le pone mucho interés. Día tras día, me ensimismo y me paro en mitad de la cocina, en medio de ese momento donde me rodea el silencio. Como  escenificando aquel día, con  las mismas ideas suicidas vagabundeando, de aquí para allá, las observo como me merodean para boicotearme y entonces me doy cuenta a través del espejo del recibidor, donde me reflejo, que llevo el mismo delantal rojo, puesto.



Entre los puntos suspensivos - Carmen Pérez

Nos hallamos
entre los puntos suspensivos
de los silencios.

Quizás estés en la coma
de algún verso perdido.

Yo me hallé
en el punto y aparte
de cada párrafo escrito.

Nos miramos
entre los campos semánticos
de los sueños compartidos.

Y nos vimos desnudos
en ese beso fugaz
de los instantes vividos.-



El grito en el costado - Maximiano Revilla



Vale cualquier imagen que guardéis de mí. Es muy probable que vuestra consciencia haga el resto: enmascararme o desenmascararme, pintar el grito en el costado desde el que me di a la fuga, amanecerme a los cincuenta.

Me podéis afeitar y cortarme el cabello y ponerme corbata y vestirme con traje de entrevista. Me podéis imitar. Sí, por supuesto. Me podéis respirar como un mar niño que lentamente está creciendo, igual que esas cinturas que ya pasaron los cuarenta igual que los tobillos de las embarazadas.

Me podéis cubrir de escombro y basura, ensombrecer mi juicio, emborronar mi ausencia, esa que asoma egoísta en los cristales de tantos descontentos como van a pedir mi aprobación.

Ignoro si mi sábana debería oler a mansedumbre, si las muecas de mi rostro, inspiraron a escondidas el piercing de la lengua el color mariposa donde todo transcurre.

Me podéis inventar y reinventar que yo como los hombres siempre estaré presente.

Maximiano Revilla > VER 

Secretos húmedos - Luz Céspedes

Yo probé del lado indecente, del lado malvado.
Perdí mi lado humano.

Provoqué pecados sin pedir perdón. Fui propietaria de caricias quimeras y me deshice de ellas jugando con fuego.

Bebí de todos los cuerpos como loba en
celo. Metí la mano en el deseo.

Probé del lado más urgente de los amantes. Olvidé mi nombre en algún motel de paso.

Y sin embargo heme aquí... perdiéndome y encontrándome en una sola boca.


By Luz Céspedes (Ver +)



Blanca y radiante - Mar V.




Caminaba sin prisa, recreándose en cada escaparate e imaginando que algún día ella llevaría puesto uno de esos trajes, uno de esos blancos e inmaculados, elegantes y con una gran caída. Sonreía para sus adentros y los ojos se le iluminaban, centelleaban como si mil luciérnagas habitaran en ellos, y en su rostro ya marcado por surcos de dolor, se le dibujaban
mariposas.

 Hacía un pormenorizado recuento de invitados, de flores, de cubiertos y de los entrantes que pensaba ofrecer a todos sus allegados y sonreía, con una sonrisa franca, sincera y llena de esperanza.
 Mientras avanzaba por sus sueños, iba recorriendo todos los establecimientos que iba a visitar para completar el día mas hermoso de su vida, su sueño más ansiado...

Las flores... blancas, siempre había pensado que su ramo sería un ramillete de azucenas y nardos. Entonces inhalaba como si pudiese olerlas, como si el perfume le llegase a través del viento y entornaba los párpados, confundiéndose con el aroma que la embriagaba.

 Su alma flotaba entre nubes de algodón, entre paisajes de colores y escenarios de ternura y pasión. Y continuaba caminando, por un camino que no tenía fin, por aceras hechas de sentimientos, por puentes de locura y fantasía, bordeando todo lo mezquino y esquivando el sufrimiento y lo amargo de su día a día.

Ese era su sueño, el motivo por el que cada mañana se levantaba llena de ilusión y de ganas, el motivo por el que dejaba el rencor en el cajón de su mesita, colgaba su abatimiento en la percha más profunda de su armario y se vestía con una falda de esperanza y una camisa de fe.

Pasaron los años y ella seguía caminando sin prisa, aunque cada vez aligeraba más el paso, las horas corrían más energicamente y el cabello se estaba poblando de canas. Al ver su reflejo en el escaparate, se entristeció, apretó los puños y murmuró entre dientes, no va a pasar...

Estaba mayor, cada vez más cansada y enferma y más abatida. Sentía que se le acababa el tiempo y ella quería su vestido y sus flores. Se frenó en seco y decidió que lo haría.

Adornó su habitación, engalano cada una de las esquinas con flores que colgaban acariciando su pelo, se dio un baño y se acicaló con mimo, se maquillo suavemente y enredó sus rizos en un bonito moño. Se vistió despacio, disfrutando cada centímetro  de vestido que iba rozando su piel y se calzó unos bonitos zapatos de tacón. Por último colocó el velo cubriendo su rostro y prendió un pasador antiguo que su abuela le había regalado para cuando contrajera matrimonio.

 Se giró y se contempló en el espejo y no pudo contener la emoción. Estaba radiante, una explosión de alegría brotaba por cada poro de su piel y fue tanta la felicidad que su corazón enfermo no pudo soportarlo y se quebró.

 La encontraron al día siguiente tirada en el suelo con una inmensa sonrisa dibujada en su rostro y algo parecido a una lágrima asomando por su mejilla.


     "Nuestro destino es un misterio y quizás el sentido de la vida no sea más que la búsqueda de ese sentido" . Rosa Montero



  

Urge sobrevivir - Salvador Arnau


Ya lo sé... te escucho perfectamente desde el fondo del pasillo y sé muy bien lo que opinas de la vida.

Dices que no vale la pena, que todo son sufrimientos, que todo es una interminable y agotadora lucha sin sentido, que el mundo es sólo desgracia tras desgracia. Que si tuvieras que volver a nacer ni siquiera te lo cuestionarías porque no tienes ganas de volver a empezar...

- "¿Para qué?, ¿para esto? No, mira, mejor acabamos de una vez y oye, allí, en el otro lado, tiene que haber una paz tan inmensa que no creo que nadie tenga ganas de volver. ¿No será por eso que nadie vuelve?"

El eco de tu voz se empequeñece en mis oídos y empiezo a pensar dentro de mí todo lo que planteas. Es posible que las adversidades de la vida tengan la capacidad de agotar las ganas de vivir del más puesto, no te lo cuestiono. Sin embargo, tengo el convencimiento de que si me dieran la posibilidad de alargar unos años mi vida, manteniendo una cierta calidad física y mental, no dudaría en apuntarme el primero de la lista.

El simple hecho de estar vivos nos confiere la capacidad de poder disfrutar de lo maravilloso que es estar presentes, aquí, en este momento. Asistir a un amanecer, a un ocaso, a un encuentro con una amistad a la que quieres, escuchar el canto de los pájaros en medio de la naturaleza, escribir sobre lo que te gusta, leer lo que te conmueve, amar apasionadamente, sentir conscientemente cada paso que das, enamorarse de la vida, enamorase cada día de la suerte que tenemos de estar vivos...

Y sin mediar palabra alguna por mi boca, parece que me estás leyendo el pensamiento y me interrumpes...

- "Y qué hacemos con las guerras, con la hambruna y con la tensión que produce esta sociedad capitalista? ¿Soportamos la impotencia que produce ver cómo funciona este mundo de la eme?

No muevo los labios y, buscando una respuesta a tus planteamientos, vuelvo a abstraerme en mí mismo. Me pregunto si yo hago algo al respecto. Dentro de mi capacidad económica, que es la de un ciudadano medio europeo con recursos ajustados para ir tirando, colaboro humildemente con una ONG que se dedica a llevar vacunas a los lugares más necesitados del tercer mundo. Y entonces me absuelvo de la culpa pensando que hay mucha gente que hace lo mismo y que, sumando tantas pequeñas donaciones, de alguna manera conseguimos ayudar a muchos niños para que no sufran. No se trata de que donar para los más necesitados sea una moda, los que lo hacemos estamos convencidos de que esos niños podrían ser nuestros propios hijos y tenemos la seguridad de que las cosas van cada día mejor.

De hecho, si pensamos en cómo se ha desarrollado la historia del mundo a través de los años y de los siglos, nos damos cuenta de que todo va siempre evolucionando positivamente. Es cierto que los frutos sólo se ven en los países desarrollados, pero estamos en el camino para poder afirmar que cada vez somos más solidarios con el mundo subdesarrollado y que no estamos muy lejos del día en el que cualquier persona del mundo será tratada como cualquier ciudadano de un país (entre comillas) rico, como un ser humano al que hay que ayudar cuando pasa por situaciones de penuria.

Continúas cuestionándome el sentido de la vida con más y más preguntas, sin embargo ya no quiero escucharte más porque sigo convencido de que es un honor haber tenido la suerte de venir a este mundo para gozar de y con él. Vuelvo a mis lecturas y a mis quehaceres diarios con la plena conciencia de que la fragilidad humana es algo real, así que no pienso perder ni un sólo minuto de mi vida babeando entre lamentaciones.

Urge, urge sobrevivir...




Lo siguiente - Carmen Pérez

Lo siguiente
no es lo mismo que nos envuelve.
Es un aroma a café con leche,
abrir los ojos,
mirar en verde,
rociar de besos tu frente.

Lo siguiente
no es un pulso en el presente.
Es una mano en otra mano,
es ensanchar nuestra mente,
andar sabiendo,
saber andando,
besar los sueños presentes.

Lo siguiente
no es un renglón en blanco.
Es un verso nunca dado,
vivir con versos,
versar lo amado,
es acariciar como humanos.





Convivencia letal - Luz Céspedes



Crecemos sin saber qué nos tocará vivir y cuando tenemos frente a nuestros ojos realidades tan difíciles es necesario aventurarnos a vivirlas nada más, a practicar lo aprendido, a experimentar lo desconocido y a sorprendernos de nuestros resultados.

Podemos ser tan fuertes por fuera y emanar un carácter desafiante pero siempre llega un momento de quiebre por dentro y es allí cuando es necesario persistir en la fuerza e interiorizarla para en el momento de caída no llegar al suelo.

Desde que aprendí a conocerme intento domarme para sobrevivir, probando mi fe en mí, conviviendo con mi enemigo más letal, yo mismo.

Y es que la aventura más grande es vivir la vida extraordinariamente aunque me encuentre varado en la más profunda nada, no dormir mi coraje y resistencia, luchando día a día conmigo mismo, descubriendo mi Richard Parker.

(Inspirada en Life of Pi)



Si los sueños no quieren soñar - Salvador Arnau (Dedicado a Sabina)


(Dedicado a Joaquín Sabina)

Si los besos del amanecer
son de cuerno quemado,
si tuviste un pasado de amor
y te lo han congelado;
si no quieres volver a empezar,
si te duelen los años,
si te espinan los pies al andar,
si ya todo es en vano.

Pásate por ciudad alegría,
no firmamos contratos,
no pedimos perdón,
no forjamos envidias,
no tenemos Quijote sin Don,
solamente servimos champán,
en la barra de un bar
que no cierra en la esquina.

Si no gozas al atardecer
del adiós de un ocaso,
si no enfrentas tu lienzo al pincel,
si no estás empapado;
si te quedas sin voz para hablar,
si no sabes llorar,
si los sueños no quieren soñar,
y se te han terminado.

Pásate por ciudad alegría,
no cobramos entrada,
no tenemos final,
no esculpimos mentiras,
no tenemos estatuas con sal,
solamente servimos champán,
en la barra de un bar
que no otorga desidia.

Si no catas al anochecer
el sabor de una dama,
y a pecar te niegas otra vez,
y te vas por las ramas;
si te engulles la vida en un tren
sin pisar la estación,
si te van dando largas también,
ven, sal conmigo al balcón.

Pásate por ciudad alegría,
no vendemos consuelo,
no tenemos un plan,
no enterramos cenizas,
no tenemos gaviotas sin Juan,
solamente servimos champán,
en la barra de un bar
que regenta Sabina.


Miedo al desamparo - Veda Lontana



Ante la inmensidad del mundo uno ocupa un espacio insignificante, tan insignificante que se antoja vergonzoso pensar en problemas propios, es en ese momento cuando el dilema del ser al verse frente a un todo comienza a surgir y lo atrapa el miedo al desamparo y el egoísmo emana por sus poros, no merezco esta soledad grita, pero su voz enmudece ante un mundo que gira a su propia velocidad.

Solo en el momento en que toma conciencia de su propia contradicción interna comienza a aclarar su confusión y su soledad adquiere sentido y su miedo desaparece porque aunque el mundo ignore su existencia él sabe que existe y desde ese espacio insignificante que ocupa se hace inmenso frente a un mundo que ahora se le antoja pequeño.

 Veda Lontana(Ver Blog>)



Qué corta es la vida - Salvador Arnau



Cuando creas que rozas el borde del fin,
cuando no queden ya ganas de salir,
cuando caiga el cielo y te vayas a hundir,
cuando no percibas olor a jazmín.

Cuando tengas miedo de ser infeliz,
cuando al horizonte le dé por huir,
cuando llegue el frío... enciende el candil,
no te des la espalda, decide vivir.

La vida es muy corta para irse a dormir,
no te hagas la cama, renuncia a morir,
¡hay tanta belleza, tanto por sentir!

Los pájaros cantan, el sol va a salir,
las flores delatan suspiros de abril,
levanta la frente y respira feliz.

Vereda - Carmen Pérez




Cascadas de agua
se desparraman juguetonas
hacia el inmenso río de la vida.

Y tú, mi estrella,
luces y alumbras la noche,
la noche oscura, bella.

Vas pintando de verdad
el camino que navega,
silenciosamente, hacia tu vereda.


Me fui como te fuiste - Salvador Arnau




Si quieres que te diga lo que hice,
no esperes que lo escriba ante notario,
amar no necesita un relicario,
se quiere cuando el alma lo decide.

Te amé como jamás a nadie quise,
soñé que buceaba, cual otario,
en sueños donde yo era tu corsario,
y un día desperté sin tu peluche.

Me fui como te fuiste, como un lince,
hui como se se fuga un presidiario,
no miento si te digo que te extraño,

no espero que te acuerdes de aquel fado
que un día recordamos en el lago
sabiendo sin saber lo que se dice.


Miedos - Christina Peralta



Desdibuja mi imaginación todos tus encantos... fugazmente.

Necesito salvar el corazón para no morir de frío, al caer en el vacío...

Abismo, oscuridad, hueco desierto, quejidos...

Mi Corazón alterado, saliendo de su
marco.
Pecho envenenado de tu amor... dolor...

Enormes sombras caen sobre mi alma en este momento de realidad y decisión.
Dejarte sin haberte tenido.

Tenerte para dejar de desear el castigo.
Mas no es miedo, son riesgos por ti, sin precios...
Gratuitos.

Temo a la fuerza máxima y sagrada de nuestras vidas.
Temo a la oscuridad que pueda arropar mi existencia sin ti.

Aun sea pasajero, aun todo sea momentáneo, efímero.
El tiempo podrá destruir mi miedo...
mas no quiero perderte amor, realmente ¡no quiero!

Publicado por Cristina Peralta (Ver+)


Principio y final - Alicia Valverde




Tu principio, fue mi final
y no pude
seguir tus pasos.

Los latidos de nuestro
corazón,
marcaron los tiempos
que se fueron  descompasando.

Y aunque al final
el camino se partió
en dos,
quedó lo mejor,
nuestro amor.

Y entendimos ,
que valió la pena
ser el
principio de un  comienzo.


Mujer - Carmen Pérez



Mujer de ojos ardientes,
tu boca entreabierta a los placeres,
tus senos turgentes, plenos,
tus andares indecentes,

tu frente alta,
tus pasos firmes,
una sonrisa en un cuerpo de cisne.

Mujer de mente despierta,
tu curiosidad acecha
los límites del infinito,
traspasa puertas abiertas,
cerrándose a los prejuicios
de ser o haber sido.

Mujer de alma serena
a dos pasos de tu equilibrio,
prima el amor ante el hastío,
eres, existes, sientes,
los colores y el negro,
las esencias y el blanco.

Mujer, toda tú.


¡A través de la ventana! - Helia Estela


A través de la ventana 
 vuelan mis pensamientos,
se despiertan los recuerdos 
y se encoge el sentimiento.

 A través de la ventana 
 mi mirada se pierde en la distancia 
 retrocede el tiempo… 
y miro pasar lentamente momentos 
 hermosos de mi juventud florida. 

 A través de esa ventana, 
 lágrimas de nostalgia 
visitan mis mejillas,
 una lluvia ligera les hace compañía, 
 llenándome de melancolía.

 Lejanos tiempos aquellos, 
 llenos de auroras y quimeras,
 cuando en silencio soñaba 
 con alcanzar las estrellas.

 Hoy… sin quererlo ni pretenderlo, 
 con muchos sueños no realizados 
 y con la juventud ya ida… 
 me siento sola y vencida, 
 cansada y hastiada 
 de esta vida triste vacía… 

Hoy soy simplemente: 
 ¡Una Estrella Sombría!


HELIA ESTELA TOBIAS
ESTRELLA SOMBRIA
DNDA@COLOMBIA



Hay días- Ratch Kendel

Hay días en los que no quiero decir nada
y por decir tengo mucho,
pero en los labios se frenan las palabras
y sin que la tinta haya mermado
el lapicero queda inútil.

Esos días en que las ideas bombardean
mi mente presurosa y soñadora,
y compone millones de oraciones y frases inconclusas
que al papel no logran llegar resolutas.

Días de llantos incontrolables
que inspirarían maravillosas enmiendas,
días repletos de letras innombrables
que por querer salir causan grandes contiendas.

Y así, entre lo mucho y lo poco,
se debaten mi mente y mi mano
mientras tratando de escribir me trastoco
sintiendo este día de frustración tan mundano.


Malditos cuentos - Gema Bocardo Clavijo



Dicen que el cierzo
congela los huesos...
a ella le hiela el alma
el roce de Sus dedos.

Dicen que abrasa las pupilas
el desierto...

a ella la asfixia la calina
de Su aliento.

Dicen que ensordece la marejada
golpeando el puerto...
a ella le rompió el tímpano
un puño abierto.                                                                
                                                                                         
Dicen
los malos cuentos
que las princesitas aguarden
que el príncipe azul las salve
de su encierro...

A ella el príncipe la encadenó
con un anillo de oro
en una cárcel de miedo

Y se asoma tras los barrotes,
con la mirada ausente
y marcas en el cuerpo.

Con todos sus sueños
de cuentos de hadas
deshechos.                                                                      


Este mes de marzo se celebra la 5ª Edición del Festival Internacional de Poesía Grito de Mujer, un evento literario que se realiza anualmente para rendir homenaje a la mujer y reivindicar la NO violencia a través de la poesía y las artes. Cada año, millones de mujeres son víctimas de la violencia de género: las viudas blancas de la India, las violaciones como arma de guerra, la violencia en el hogar, la hipersexualización de los niños, la prostitución infantil, el matrimonio de niñas, la ablación o el aplastamiento de pechos, son algunos de sus rostros. Luchemos para que no se siga silenciando su voz.

Publicado por GEMA BOCARDO CLAVIJO (VER + AQUÍ)



Lágrimas de caracol - Salvador Arnau



Por tu ausencia, sólo por eso amor, de mis ojos brotan lágrimas de caracol y me falta tiempo para secarlas, fluyen con más velocidad de la que es capaz de alcanzar cada latido de mi corazón.

Los días se eternizan esperando una señal, algo que me devuelva la esperanza de volver a saborear la alegría que me hurtaste con tu inesperada y traicionera fuga.

Se me hace tan difícil asumir que le has dado la espalda a lo que un día, espontáneamente,
nació entre nosotros.

Es como si mi vida estuviera agonizando a punto de yacer para no volver a levantarse.


Cúrame las cicatrices del perdón - Salvador Arnau




Búscame, que no me encuentro corazón,
da vida a éste moribundo sin amor,
muéstrame tu tanga negro del ayer,
no lo dejes escondido en un cajón.

Dame un plazo por tu abrazo de pasión,
saca el beso que me dabas con calor,
no te escondas en las noches sin placer,
cúrame las cicatrices del perdón.

Hoy te busco en las esquinas del rincón
donde amarte era un capricho con sabor
a tu aroma de mujer fundiendo el sol

de la rosa que amanece en el adiós,
cuando quieras te dedico una canción,
cuando sientas que me amas sin rencor.


Inquietudes - Nuria Escritora


El triste y silencioso amanecer
Embriagra mis sentidos
Sumidos en la negrura del anochecer.
Sé que tal vez gane el destino
Que arropa el áurea de mi padecer.

Soy, fui y seré
Un alma libre
Un alma triste
Que no supo querer.

Ya suena el viento,
Llega el adviento
Y todo puede suceder.

Canta el jilguero
Resopla el cielo
Conciso y sereno
Llega el silencio.



Antes de irte con aquel mierda de príncipe - Salvador Arnau


A la mar le iré a contar lo que tú me dijiste
la noche de luna llena del beso que no dio,
a la mar iré a contarle todo lo que pasó
antes de irte con aquel mierda de príncipe.

No me llames nunca más, así lo decidiste,
yo no llamo por respeto a lo que usted decidió,
señora, si cambia el cuento y en él puedo entrar yo,
no lo dudes mi amor, estaré donde estuviste.

Dame otra oportunidad, no te dejaré triste
junto al ocaso fugaz que la noche ennegreció
el día que nos besamos junto al cielo que amó,
si vienes, verdad será que tú a mí me quisiste.


Hiciste de mis sueños primaveras - Salvador Arnau



Mi amor se abandonó entre tus caderas,
los tangos que bailamos en tus senos,
los besos que nos dimos sin mirarnos,
hiciste de mis sueños primaveras.

Tu luz llenó mis dudas de quimeras,
los años han quemado mis recuerdos,
los días amanecen con tus vientos,
no sabes lo que tienes en las venas.

Caricias que adormecen las estrellas,
ensayos sin estrenos que se estrenan,
amores con ardores que me ciegan,

tu abrazo me levanta las ideas,
tu roce abriga el frío que congelas,
sin ti nada es lo mismo si te quedas.


La bofetada - Laura Mir



Después de madrugar para limpiar la cocina, comprar y llegar a casa cargada como una mula. Se encontró con que los huevos a hervir para la ensaladilla soviética, estaban reventados en el techo.

No pudo contenerse y a su hija mayor de siete años, le soltó un sonoro sopapo por no estar atenta. Los cinco dedos le quedaron marcados en la mejilla.

La niña no lo entendió, había dado de almorzar a la mediana y limpiado la caca de la pequeña, como hacía siempre. No había abierto la puerta a nadie, también había hecho las camas y pasado la escoba.

Si algo le dijo de los huevos, no se acordó. La chiquilla lloraba en un rincón con desconsuelo, cuando notó por detrás, un torpe abrazo infantil, que con lengua de trapo le decía:

- Oye tú, te quiero! No llores más, Tata.




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