Si vas a dejarme tirado otra vez
contando las horas al lado del tren,
midiendo la vía, mirando el andén,
no seas canalla sembrando aridez.
Olvida mi nombre, mis ojos, mi tez,
no juegues conmigo, desangras mi piel,
cuando me destierras, lejos del edén,
no hay tierra, no hay norte subido al almez.
Al lado del río, soy un tuerto pez
que nada sin rumbo y no sabe volver,
no hay ruta, no hay nada, si te vas con él;
me queda mañana, pasado es infiel,
la noche un tormento, y yo me quiero perder,
el cielo está negro porque ya no hay lucidez.