¿Te acuerdas?
Fue hace ya mucho tiempo y sin embargo el recuerdo sigue ahí.
Eras el centro de mi mundo…todo giraba en torno a ti.
Tus besos eran regalos caídos del cielo.
Tu presencia, mi mejor antojo.
Todo tenía sentido.
Nada ni nadie podía romper nuestro amor, pensábamos.
La inocencia, la ternura y la ingenuidad eran nuestras compañeras.
Al llegar el verano te fuiste de vacaciones y cuando volviste algo había cambiado.
Yo no lo aceptaba, me parecía imposible que la realidad se me adelantara.
Intenté sujetarme, pero ineludiblemente caí…
Y tras la caída, cual Ave Fénix, resurgí de las cenizas…
Afortunadamente la vida tenía más sorpresas preparadas para ambos.