Con solo ver tu mirada,
se ilumina toda mi alma
y en tus ojos amanece,
y la alegría reverdece.
Frescura anida en tu boca
y al reír me descoloca
tu forma de amar, me enciende
la luz que irradias, me puede.
Y tu lágrima me apoca
porque te siento tan magna.
Tan lejos pretendes irte. . .
no sé si podré seguirte.