Ni el príncipe es azul ni la princesa una barby - B. Cáceres & S. Arnau



— Laureles y burdeles acechan a diestro y siniestro… y sin embargo lo único que nos puede es la palabra, la letra, la expresión… todo lo demás son cosas de la vida. Ni el príncipe es azul ni la princesa una barby. La realidad no tiene nada que ver con los cuentos. La vida es bella cuando esculpes una figura con tus propias manos.

 — Se trata de moldear el destino con ellas, con nuestras manos, de ahí su belleza. Porque es desconocida y ajena. La vida abre nuestro pulso, arranca dolor; a veces nos dibuja una seductora sonrisa, porque nos mira directamente a los ojos. Descarada. Es capaz de vestir su piel de Luna para que la deseemos como si no existiera una mañana y nos perdamos en sus labios, que nos ofrecen como tierno paréntesis, una mera ilusión, un sueño o quizás puro delirio… ¿por qué no? 

 — Lo peor de no tenerla es no poder saborearla. Sí, a veces duele pero otras huele a jazmines. Tan sólo por eso, merece la pena vivirla. Hay días que salgo a la calle y no respiro nada… y sin embargo hay otros días en que todo parece estar orquestado para mí. Y entonces me da por reír de felicidad pasajera. Y sé que de vez en mucho vuelve a venir y entonces me dan todavía más ganas de seguir viviendo.

 — Me habla con su voz ronca, quebrada por el tiempo. Un tiempo que no es otro, que la sucesión de sumas de ocasos y amaneceres. Susurra: No tengas miedo a vivir, que para morir siempre existe el momento. Camina descalzo para que puedas sentir mi roce a flor de piel. Ama con intensidad, como si el amor fuera agua y tú una minúscula gota perdida en ese océano. Siente la verdad, tu verdad, como si fuera un cuerpo. Respírame, mi aroma no tiene género.


Relatos y Poemas, Actualizado en: 19:40

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