Vuelvo a las andadas porque sin ti, ya no siento nada,
vuelvo a las andadas porque me gusta la cicatriz
que dejas en mi espalda sellada y mojada.
Vuelvo a la cañada porque me gusta tu mirada,
vuelvo a ver tus ojos, si me despierto de madrugada,
sin tu presencia, la vida, mi amor, no vale nada.
Vuelvo a recordarte, todas las noches en la alborada,
vuelvo a mimarte, cuando me dejas enamorarte,
no digas nada, mejor me quedo si tú te callas.
Vuelvo a ver el paisaje que en el encuentro decoraba
tu risa alegre, llena de vida, llena de arte,
no me desfalques de tu amistad ni de ti, mi amada.