Y te abracé otra vez y me volviste a abrazar,
y te sentí otra vez como la primera vez,
y me dejé llevar por el instinto de saber
hasta dónde querías tú llegar.
Y me olvidé otra vez y te olvidaste de llamar,
y en el andén esperé por si os daba, a vos, por volver,
y me esperé otra vez, y te soñé otra vez,
y me volviste a enseñar tu libertad.
Y no anhelaba tu cuerpo, solo pensaba en conjugar
contigo el verbo amar y olvidar el trivial placer,
y te encontré otra vez, y te abracé la piel,
y me dejaste ser sin preguntar.
Y me quería morir viviendo en tu palpitar,
y te acercaste a mí, tanto que no supe qué hacer,
pero pasó otra vez, tu boca besó mi boca
y te seguí sin más, hasta el final.
Y sucedió otra vez...
y nos volvió a pasar,
y te llamé otra vez,
y te pedí un final,
y me miraste a mí,
y me embrujó tu hablar
y nos volvió a pasar.
Y te abracé otra vez
y tú, me volviste a abrazar.
y nos volvió a pasar,
y te llamé otra vez,
y te pedí un final,
y me miraste a mí,
y me embrujó tu hablar
y nos volvió a pasar.
Y te abracé otra vez
y tú, me volviste a abrazar.