Y ambas los respetamos porque sabemos que cuando se ha esperado un
milenio en esta existencia, un siglo se pasa en nada, por tanto tendremos
paciencia. Mientras la "i" latina quiere convertirse en griega e ignora el cómo
va a solucionar lo del molesto punto sobre la cabeza que no termina de
desprenderse y le impide cambiar de vida. Nosotras presenciamos impasibles de
cara a la galería, esta ley glacial que nos rodea.
Pero seguimos en estado de shock… a pesar del silencio, mientras lo
indigerible a ti te produce mareos y a mí problemas estomacales, vamos
pensando cómo salimos de este lío de la mejor forma posible, ya me entiendes,
sin escaneos y victoriosas. Porque es una guerra en la que sin deber ni
fronteras, tenemos que tomar parte al margen del bando y la trinchera. Mal lo
llevamos compañera.
Y si con toda esta movida, nos cogen presas y acabamos encarceladas,
podemos solicitar a los contactos que nos ubiquen en el mismo barracón, y a las
visitas que nos traigan tabaco los domingos.
Qué quieres que te diga, tampoco creo en tantas mentiras
y sigo buscando al igual que tú, mi lugar alrededor, mientras corremos la
contrarreloj siguiendo las vías en dirección a ninguna parte.