No hay poesía allí - Salvador Arnau




Me pierdo en el reencuentro que me lleva hasta ti; silencio, estoy mintiendo, no hay nada que decir. Atrápame en la noche que quiere digerir el luto de tu ausencia, no me pienso morir. Total, son cuatro días, qué te voy a decir... me gusta estar en vilo, prefiero no impartir. Mañana es un binario, los tres sabemos ir, andando en sucedáneos para poder vivir.

El paso de tu escaso intento en porvenir me arrastra hasta el ocaso y tú no estás allí. Pego la media vuelta, me ausento ya de ti, tampoco tú viniste, tampoco yo me fui. Extraños como huraños nos vamos a alargar el cuello de jirafa sin poderlo medir. Escucha, sin juzgarme, no frecuento los bares, no hay poesía allí.

El cielo está estrellado, la luna en Chamberí, prefiero Barcelona, que por la puerta asoma, me queda más aquí. Tu sueño no es mi sueño, y yo lo entiendo así; dejémonos de historias, no queda casi nada, tal vez puede que sí.

Me duermo en la almohada tejida en satén azul, anoche te esperaba y mañana no estarás tú. Ignoras lo que siento, no sabes si es virtud. No sé ya lo que pienso, me pierdo entre el azul.

En la estación de Francia, donde olvidé la infancia, regresan los recuerdos de un jipi con sombrero detrás de un monedero vacío de actitud. Entiendo que no entiendas por dónde va mi luz, si quieres que la encienda, no dudes más de mí. El tiempo corre y vuela, mañana... a saber tú.

Y mientras yo me pierdo, espero que descubras adónde te fugaste; Morfeo fue el culpable, por juicio ha de pasar para sanar el tiempo, perdido, junto a ti.

Abrázame en abril, mañana es primavera, y si tu sangre altera lo que pueda decir, no olvides que este infame no ostenta un pedigrí.




+POPS