En el frío de tu ausencia, en mi dolor,
busco el calor de tu abrigo por la mar,
nado en aguas frías, heladas sin mas
equipaje que un sueño llamado amor.
En la selva del hogar, en la estación,
oigo trenes que se vienen y se van,
dudo y subo donde sube el capitán,
esperando que me lleve a tu rincón.
El camino es largo, una gran evasión,
nadie me acompaña, pero iré a jugar
la última partida que quedó en paz,
saca tus misterios, dale a ventilar,
así cuando llegue te podré contar
todos los anhelos de mi corazón.
