el sabor de la vida,
plenitud con fracaso,
quién
lo diría.
Nunca hui de tu pecho,
nuestro amor no es mentira,
cómo rimo este verso
con aroma suicida.
En el mar vuela el viento,
en tu cara , tu risa,
es mejor tu
veneno
que mi huida.
Hasta dónde te quiero
en la hora perdida,
hasta dónde me
muero
en esta deriva.