Hay momentos de alegrías, otros de tristezas,
para llorar y gritar, para aunar la amistad,
para ensalzar el amor y para enamorar.
Hay momentos cálidos y fríos,
para soñar, hablar y acariciar,
para correr y caminar.
Hay momentos para abrazos y cariños,
para escuchar una canción,
para sentir la lluvia y el sol.
Hay momentos para entregar el corazón
y darnos besos llenos de pasión,
para recordar, llamar y escribir.
Hay momentos de gratitud y armonía
y sacudir los enojos, y andar sin agonías,
para perdonar y soltar un "te quiero".
Hay momentos para cultivar una rosa blanca,
plantar abonar y hacer un jardín,
para nadar en la imaginación y bailar.
Hay momentos de dar gracias por lo que tenemos,
tuvimos y tendremos, y no perder la esperanza,
porque siempre habrá tiempos buenos
y mejores en nuestras distancias.