Y yo que no quería hablar de economía - Salvador Arnau


La vida es un misterio, hoy lo entiendo mejor que ayer. Los gatos que maullaban en un amanecer me hablaban de los gastos que tengo que correr. Y yo que no quería hablar de economía, resulta que la ruina me vuelve a visitar; otra vez a volver a empezar.

La muerte es un secreto, no sabes dónde cae, te pilla en una esquina y acaba en un pincel. Creo, que en el fondo, las cosas que me pasan las traigo yo a mi mente y se hacen realidad, entonces, mire usted, me ha dado por pensar. En vez de imaginar problema tras problema, mi "chip" quiero cambiar, buscando otro teorema, haré que mi poema empiece a imaginar.

Verás, iremos a una isla con un buque comprado a cuenta de alquiler, navegaremos juntos sin nada que ofrecer, el cielo por bandera en cada anochecer y el viento aquel poema que no quiere entender. Comprende que enrolarse no es mostrarse tal como uno es, más bien es un capricho que cualquier susodicho no viene a merecer.

En tablas acabamos, en tablas yo me iré, no muevas más las fichas hasta que llueva dicha al lado de tu piel. 

Me mira y me imagina, intenta comprender, no atina con la espina clavada entre mi sien. No se lo pongo fácil, me gusta no volver hasta que las pestañas de unos ojos abiertos empiezan a encender la llama que se aviva, el fuego que ilumina, la leña que alimenta el fuego del saber.

Pregúntame ¿por qué? Ya sabes lo que pienso, morir en el intento es un acto de fe.




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