Sendas paralelas - Laura Mir & Alfonso Gaytán



Somos dos caminos, uno sobre el otro, que se prolongan, giran, proyectan sombras y jamás se cruzan.


Somos dos almas que brillan con la misma intensidad, pero sin llegar a deslumbrarnos, ni tú a mí, ni yo a ti.


Ojos, miradas que pasan inadvertidas, mientras pensamos que podríamos existir e ignorando que nunca vamos a encontrarnos. Y seguimos oteando pupilas y sonrisas que no se funden en besos aunque los labios estén sedientos y se busquen como posesos; exhaustos, mueren en el borde de la boca sin haberse saciado.


Somos brazos gélidos que perdieron el calor un atardecer plomizo sin haber creado abrazo alguno, tú para mí, yo para ti. Como velas de parafina que se apagan sin perturbar más flama que la propia.
Cuerpos desgastados por la misma tierra, arrugados por el tiempo donde nunca fuimos cómplices, nuestras arrugas jamás absorbieron la luz emanada de un corazón gemelo porque nuestro andar entorpeció la cercanía.


Deliciosos aromas desprendidos y disueltos en el viento... sin provocarme, sin provocarte.


Escaleras interminables que no conducen a ninguna parte. Vidas sin trenza y sin cita que nunca disfrutaron de un sólo amanecer.


Te preguntas porqué, me pregunto porqué, porque el destino con esa sorna que gasta a veces, sabiéndonos condenados por afinidad y deseo, nunca nos da la oportunidad de encontrarnos, de abrazarnos, de amarnos, y basamos la existencia en una búsqueda con demasiados principios y sin llegar a ningún final.


Y los fardos de abrazos, besos, caricias y suspiros con los que por costumbre cargamos, se pierden en distintas sintonías, condenados a transitar éstas vidas, la tuya y la mía, siempre por sendas pedregosas y eternamente paralelas donde nunca, juntos nuestros pies, pueden dejar huella.


 Alfonso Gaytán

  Laura Mir  



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